Con independencia del cumplimiento o no de las expectativas
de voto de unos y otros, la jornada electoral de ayer nos deja un mapa inédito
en los últimos 38 años. En Extremadura también, ya que Podemos hace historia al
conseguir una diputada por Badajoz, que nadie logró jamás aparte de populares y
socialistas.
Partidariamente ningún color obtiene mayoría suficiente para
gobernar y los pactos se vislumbran harto complicados, sin descartar incluso
nuevas elecciones.
Ideológicamente la cosa es otra. Aunque algunos se empeñen en
desterrar este lenguaje, derechas e izquierdas se reparten la tarta al 50%, con
ligera ventaja en escaños de quienes priorizan liberalismo frente a derechos.
En el Senado, por cierto, con elección por listas abiertas y donde todos los
votos valen igual, los populares revalidan la mayoría absoluta.
Veremos si con este panorama revertimos la reforma laboral,
garantizan los servicios y prestaciones públicas, regeneran la democracia,
frenan las privatizaciones y se resuelve la cuestión catalana. Como diría un
castizo: ¡Esto es lo que hay!