El anuncio de Montoro de retener fondos a Extremadura es una
autentica cacicada político-partidaria, electoralista, discriminatoria con la
región y sin precedentes.
Las reacciones casi todas a la contra, salvo algún
desorientado y las beneficiadas grandes empresas suministradoras farmacéuticas.
Y algunas de ellas muy significativas, como la del presidente catalán, buscando
solidaridad interterritorial en el resto del Estado, cuando está auspiciando un
proceso secesionista y dinamitador del propio Estado.
No menos curiosa ha sido también la de Monago, como si esto con
él no fuera, cuando ha sido el máximo responsable político de llegar a esta
situación, además de poner a Extremadura en el disparadero financiero.
Sólo él fue el responsable de financiar deuda financiera con
deuda comercial (retrasando pago a proveedores en 2014 y 2015) y de aprobar la enmienda a la totalidad de Podemos, que ha
supuesto retrasar tres meses los Presupuestos 2016 con el consiguiente
deterioro.
José Antonio, menos jugar al despiste, más responsabilidad y más
pedir perdón a los extremeños.
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