Hace ahora dos años, cuando saltaron todas las alarmas al
superarse la tasa del 35% de paro, bajo el título “182.000 razones para la
rebeldía” escribí un artículo en el que expresaba mi inquietud por tan tremenda
realidad, mientras unos “chiquilicuatres” convertían a Extremadura en la tierra
del cuento de Andersen, donde su emperador pomposo y festero permanente, era en
realidad el hazmerreir por ser el único
inconsciente de desfilar totalmente desnudo.
Ahora, en la despedida, el principal muñidor de escenas
ficticias que tanto daño ha causado a la gente de esta tierra en estos cuatro
años, se sacude su responsabilidad pagada por todos, loando de nuevo su gran
creación de personajillos y mentiras y ensalzando al emperador que sigue ahora
más desnudo que nunca.
Mañana se pondrá en marcha la nueva legislatura de la
Asamblea de Extremadura fruto del 24 de
mayo. Pasemos rápido la página del GOBEX como centro de alto rendimiento
de la ficción política para que la Junta de Extremadura practique la política
normal y corriente.
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