La decisión de la multinacional tabaquera ALTADIS (antigua
Tabacalera Española) de cerrar su fabrica de cigarrillos en Logroño ha hecho
saltar las alarmas en Extremadura, debido a que la citada multinacional es la principal cliente
y accionista de CETARSA, comprando más del 50% de su producción, lo que
significa casi la mitad del tabaco producido en la región.
La decisión de ALTADIS es un claro ejemplo de deslocalización
en el seno de la propia Unión Europea, intentando trasladar la fabricación a Polonia
para después seguir vendiendo Fortuna, Nobel y Ducados de nuevo en España.
Productores, trabajadores, organizaciones agrarias,
sindicatos y gobierno regional nos hemos puesto
manos a la obra ante la merma en economía y empleo, que esto puede
significar para las comarcas tabaqueras de la región.
Resulta
desesperanzador el silencio de CETARSA, principal damnificada por esta decisión
y del propio Ministro de Industria, titular de la misma. ¿Seguirá CETARSA el
mismo camino que TRAGSA, otra empresa pública, en su preocupación por
Extremadura?