Nadie va a regalarnos
nada. Nadie nos regaló nunca nada. Lo poco que se ha hecho e invertido en esta tierra a lo
largo de los dos últimos siglos, siempre ha sido fruto de la reivindicación, de
la exigencia y, en algunos casos, puntuales eso sí, del inconformismo y
rebeldía de nuestra gente.
Vimos pasar muy de
largo la revolución industrial. Interesó siempre a rentistas, señoritos y
aristocracia de la capital someternos a un aislamiento férreo; económico,
social, de transportes, cultural y del conocimiento.
Represión, miedo,
pobreza y servidumbre importó a algunos potenciarlas como conjunción perfecta
para el sometimiento, cuan mano de obra barata,
fácilmente exportable; porque a la burguesía, incluso a la más
recalcitrante nacionalista, siempre le primará más su condición burguesa.
Extremadura ciudadana:
despierta. Abandona la esclavitud de tus propios miedos y carencias. Extremadura,
renace, reivindica, lucha, avanza… Nuestra condición de pobres es impuesta. Seamos
un millón de gargantas y quien no grite que se dé de baja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario