Agradecer la invitación cursada a CCOO de Extremadura para
comparecer en esta Comisión No Permanente de la Asamblea de Extremadura sobre
Despoblación en nuestra región.
Seguro que a lo largo de los trabajos de esta Comisión, en la
misma han comparecido o lo harán personas técnicas y expertas en la materia,
que desde distintos ángulos completen
una amplia visión del problema que supone o puede suponer en el futuro, la
despoblación en Extremadura.
Para Comisiones Obreras la población es bastante más que un
concepto estadístico o un mero factor socio económico. Es la esencia de la
sociedad o la sociedad en sí misma; consiguientemente es el fin, el destino y
el objetivo de cuantas acciones, políticas y leyes se estructuren, desarrollen y finalmente sean puestas en
marcha por los gobiernos, lo parlamentos y los distintos organismos de una
sociedad.
Más allá de cuantas consideraciones puedan realizarse en este
sentido, estoy convencido que habrá unanimidad en apreciar que Extremadura
tiene un problema de población.
Un problema, a mi modo de ver, de gran calado y dimensión que
trasciende los trabajos de esta Comisión, en el tiempo, en los hechos,
opiniones y estudios que en ella se viertan y desarrollen y cuyas conclusiones,
al menos, debieran constituir el eje vertebrador de un GRAN PACTO DE REGIÓN, que
tomando en su concepto más amplio a la población extremeña como base, su
incremento y bienestar, marque las líneas estratégicas de la política regional,
española y europea (en la parte que nos toque, lógicamente) para los próximos
15 ó 20 años.
Extremadura ocupa un territorio de 41.634,5 km2, lo que representa el 8,3%
de la totalidad del territorio español, En la actualidad, según las estimaciones intercensales del Instituto
Nacional de Estadística (INE), recientemente publicadas, a 1 de enero de 2014,
Extremadura contaba con 1.096.951 personas
(2,3% de la totalidad de la población española), de las que el 36% viven en
los 348 municipios menores de 5.000 habitantes, el 24% lo hacen en los 32
municipios de entre 5.000 y 20.000 habitantes y el 40% restante vive en las 7
poblaciones mayores de 20.000 habitantes. (Sumando un total de 387 municipios
en la Comunidad Autónoma, además de otros núcleos poblacionales, pedanías y
entidades locales menores). Sólo un municipio en Extremadura sobrepasa los
100.000 habitantes (Badajoz, con apenas 151.000 habitantes). Extremadura tiene
una densidad de población de 26h/km2, por los 92h/km2 de la media española, ocupando
junto a las dos Castillas (26) la menor
densidad del conjunto del país.
Extremadura es, por tanto, un territorio despoblado
que, además de una muy baja densidad de población, se caracteriza por una
altísima dispersión. Históricamente ha carecido al menos de un gran centro urbano que actuara como factor dinamizador y catalizador
del desarrollo socioeconómico regional, aunque cada una de estas siete ciudades
más pobladas ejerza una influencia determinante en su área geográfica respectiva. Éstas aéreas de influjo
socioeconómico se concentran a su vez, en los ejes norte/sur (ruta de la plata:
Plasencia- Cáceres-Mérida- Almendralejo- Zafra) y en el oeste/este (Vegas del
Guadiana: Badajoz- Montijo- Mérida- Don Benito- VVa de la Serena).
La población extremeña presenta evidentes signos de
envejecimiento en mayor medida que la media española. El 19,2% de la población
extremeña tiene en la actualidad 65 o más años, frente al 17,3 % de España. Los
menores de 18 años en la Comunidad Autónoma son el 17,6% frente al 17,8% de
España.
Según los datos manejados por el Instituto de
Estadística de Extremadura (IEEx), desde 1.857 en que se alcanzó la cifra de
707.065 habitantes, la población fue
aumentando paulatinamente (en 1.910 se alcanzó el mayor peso poblacional
respecto del conjunto de España, el 4,97%, con 990.000 habitantes), con ligeros
descensos en la décadas de los treinta- guerra civil- aunque menor que en el
resto del país, hasta alanzar la mayor cifra de habitantes registrada en 1.960
con 1.378.777.
Desde entonces para acá el descenso es significativo, sobre todo por el
fortísimo impacto de la emigración acaecida en las décadas de los sesenta y
setenta, calculándose la pérdida de más de 375.000 habitantes en quince años,
hasta 1975.
Con el inicio del nuevo siglo se percibe una tibia recuperación, quizás
debido al retorno de emigrantes y al aumento de población extranjera (aunque en
muchísima menor medida que en España: En 2005 el 2,34% de la población
extremeña era extranjera, lejos del 8,46% de la totalidad en España, según
fuentes del INE).
Según las estimaciones del INE esta tendencia al alza de estos últimos
años, se trunca a partir de 2012, con una pérdida acumulada de 7.400 habitantes
(-0,7%), con el mismo comportamiento que España, en los años 12 y 13, tras
catorce años ininterrumpidos de tendencia alcista. A pesar de que esta pérdida
no puede ser significativa en término de parámetros demográficos y de
tendencia, por el corto periodo referido, pero por las experiencias vividas
antaño en la región bien estaría comenzar a preocuparse, más cuando el
crecimiento de la población en Extremadura desde 2001 hasta la actualidad se
estima en un 3,7%, muy inferior al 13,3% del crecimiento en España en el mismo
periodo.
El peso específico de la población extremeña respecto de la española
también ha venido sufriendo descensos significativos en las últimas décadas. Desde
el 4,4% de 1960 ha pasado al 2,3% de la actualidad.
El propio IEEx en su estudio “Población y Demografía”, con datos cerrados a
2006, pone de manifiesto la estrecha relación existente entre la evolución de
la población extremeña y los movimientos migratorios. De manera muy
significativa, la emigración hacia el resto de España en los ciclos alcista de
la economía y el empleo.
Esto no sólo se dio en la década de los sesenta y setenta con la gran
hégira emigratoria, sino que aunque en menor medida y con ligeros frenos en
algunos periodos cortos, se ha seguido dando entre los jóvenes en las
siguientes décadas. Lógicamente dichos frenos se corresponden con periodos de
crecimiento de la economía y del empleo en Extremadura.(finales de los noventa
y década de los 2000).
Según los datos manejados por el IEEx y el INE, en los últimos treinta años
ha habido una considerable disminución de la población rural. En 1986 el 60% de la población se concentraba
en los municipios de menos de 10.000 habitantes,
por el 51% de hoy. En el lado opuesto se encuentra los concentrados en las
poblaciones superiores a 20.000 habitantes: el 32% de 1986 frente al 40% de
hoy. Los municipios entre 10.000/20.000 h. se han incrementado un punto porcentual.
Población y economía son dos caras de la misma moneda. Frenar la evolución
negativa de la población, impulsar su crecimiento y rejuvenecer la estructura
de la misma pasa, sin duda, por mejoras sustanciales de la economía y del empleo en cantidad y calidad.
Las políticas tradicionales de fomento de la natalidad (cheques bebes, o
similares) han demostrado su reiterado fracaso. Sólo un fuerte acompañamiento
inversor, de políticas públicas para mejorar los servicios de atención a la
ciudadanía en términos de igualdad y unas políticas de género con un alto
componente de acción positiva hacia la mujer, junto al crecimiento económico y
el empleo tendrán una efectividad real en la mejora de la población.
Lo que también es evidente es que las políticas económicas, de inversiones,
sobre el mercado de trabajo, de infraestructuras, de gobernanza territorial y
ordenación del territorio, ecológicas, etc, no son inocuas sobre la población.
Hay que asumir por tanto, que aplicarlas
de una u otra manera trae unas determinadas consecuencias sobre la demografía,
su evolución y estructura. Igualmente hay que asumir que el coste de los
servicios para una población de apenas 1,1 millones dispersa en más de 400
núcleos urbanos, sobre 42.000 Km2, con una densidad de 26h/km2, es mayor que para
una población de 6,5 millones, con una densidad superior a los 800h/km2 y
concentrada en apenas 8.000 km2 (CA
de Madrid).
Por otro lado, la crisis económica iniciada en 2008 y la importante
recesión experimentada a continuación y que, aunque en menor medida, aún sigue causando
estragos; así como las políticas aplicadas durante la misma, que lejos de
rectificarse persisten, han tenido, entre otros, un fortísimo impacto negativo
en el tejido productivo, en el empleo, en el stock de capital físico, en los
servicios públicos y en la calidad de vida de la gente y que, a mi modo de ver,
va a influir de manera determinante y muy negativamente, durante los próximos
años, si no se remedia y francamente veo muy complicado que así sea, en la
situación y evolución de la población en Extremadura, en su estructura y en sus
movimientos, tanto externos como internos.
Repasemos un análisis, aunque modesto, de algunos parámetros socioeconómicos y
laborales del periodo 2013/2008, que nos orientará la dirección a seguir, las propuestas y decisiones, para
intentar discurrir por la senda de la recuperación y las mejoras.
ESTRUCTURA ECONÓMICA
El PIB extremeño 2013 ascendió a 16.199,8 millones euros a
precios de mercado (1ª estimación datos contabilidad regional de España). (-1,4%
anual, frene a -1,2% de España).
El PIB Extremeño en el periodo 2008/2013 de manera encadenada
cayó (-8,1%).
PIB periodo 2011/2013: (-4,5%)
El PIB/habitante Extremadura 2013: 15.026 euros. El más bajo
de España (-32,6% de la media) y casi la mitad de la comunidad con mayor
PIB/habitante (País Vasco).
El Índice de Convergencia con España en PIB/habitante en 2013 se situó en el 67,4% (2,5 puntos menos que en 2010) y un punto
menor que en 2008
La estructura económica sectorial en Valor Añadido Bruto (pb)
por ramas de actividad en Extremadura (Contabilidad
Regional España) ha evolucionado en
el periodo en los siguientes términos:
2013 2008 diferencia
Agricultura 5,9% 5,9% -----
Industria y energía 13,6% 12,6% (+1,0)
Ind. Manufacturera 7,6% 8,0% (-0,4)
Construcción 11,1% 17,9% (-6,8)
Servicios 69,3% 63,5% (+5,8)
Servicios Privados 39,6% 37,2% (+2,3)
Admones. Públicas 29,7% 26,2% (+3,5)
En cuanto a la evolución de la relación Valor Añadido Bruto/
Empleo (%) el periodo 2013/2008 según los sectores ha tenido el siguiente
comportamiento:
VAB/empleo/2013 VAB/Empleo/2008 DIF/VAB/E
Agricultura 5,9/10,4 5,9/10,6 00/-0,2
Industria 13,6/11 12,6/11,3 +1,0/-0,3
Construcción 11,1/7 17,9/13,8 -6,8/-6,8
Servicios 69,3/71,6 63,5/64,2 +5,8/+7,4
Las Previsiones de crecimiento económico 2014 para
Extremadura se muestran similares a las previstas para el conjunto de España.
En términos de PIB,
según las últimas revisiones, FUNCAS y BBVA: 1,2% e Hispalink en términos de VAB:
1,6%.
El Gobierno Regional (PIB)
que no ha variado sus previsiones,
situó una horquilla entre el 0,4 y el 0,8 (PGEx 2014).
TEJIDO PRODUCTIVO:
Entre 2008 y 2013 se han perdido 4.500 empresas en la región
(al cierre de 2013 había 63.353). Tenemos
la densidad de empresa más baja de España habiéndose agravado con la crisis
(57,5). Con ésta además las empresas se han atomizado en mayor manera. Ya no
queda ninguna unidad productiva que supere los 500 trabajadores y apenas sobrepasan
la cuarentena, las que superan los 100.
Una anécdota (De las 17
empresas galardonadas con el premio del periódico Extremadura a lo largo de
estos últimos 17 años, Diez, o ya no existen, han entrado en concurso de
acreedores o están seriamente tocadas).
Si bien las exportaciones al extranjero han subido, estas
apenas suponen un 10% del PIB y han comenzado a ralentizarse. Nuestro saldo
comercial con el resto de España es bastante negativo, doblando casi, el valor
de lo que compramos a lo que vendemos.
Los beneficios empresariales respecto del PIB han subido,
pasando de representar el 44,8% en 2008 al 46,7% en 2012 (+1,9puntos),
siguiendo la línea inversa que las rentas del trabajo (-1,2 puntos). Aún así en
2012, el peso de las rentas en el PIB Extremeño estaba aún por encima de la de
los beneficios empresariales (0,6 puntos), debido básicamente al impacto de la
remuneración salarial de los empleados públicos en el PIB extremeño.
Sin embargo la mejora de los beneficios empresariales sólo se
aprecia en los sectores fuertemente subvencionados: Agricultura (PAC) e
Industria (Energía). Caen muy significativamente en Construcción y se mantuvieron en Servicios, debido al alto peso de las
administraciones públicas.
MERCADO DE TRABAJO:
La Encuesta de Población Activa (EPA) en el periodo
2013/2008, coincidiendo con una subida del 0,7% de la población global, nos arroja
un aumento del 5% de la población activa (24.600 personas,+30.400mujeres y
-6.000 hombres). La población inactiva disminuyó 4,6% (19,300 personas, -26.900 mujeres y + 7.600
hombres). En el periodo 2013/2011 este reparto ha sido: 12.900 PA (-3.300
hombres y 16.200 mujeres). La tasa
de actividad al cerrar 2013 era del 55,3% (62,4% hombres y 48,4% mujeres),
habiendo evolucionado desde que se cerró 2008 en +1,8 pp (-2,1pp hombres y
+5,6pp).
A pesar del incremento de PA, la Población ocupada ha
disminuido en 73.100 personas (-64.500 hombres y -8.600 mujeres). La tasa de
empleo total ha pasado del 84,8 % al 66,3% (-18,5pp, 21 puntos en hombres y 4
puntos en mujeres).
Por sectores, en el periodo de crisis, la ocupación ha
disminuido en Agricultura en 8.400 personas (-19,3%), Industria en 9.400 (-20,2%),
Construcción en 33.300 personas (-58,7%) y Servicios
en 22.000 personas (-8,3%).
Entre 2013 y 2008 la población asalariada disminuyó en 56.300 personas (48.900 hombres y 7.400 mujeres), por -16.800 no
asalariadas. En el sector privado la pérdida de asalariados supuso un 21% del
total del sector (47.000 personas) y el 83,5% del total de la pérdida de
asalariados. La pérdida de asalariados en el sector público representó el 9,3%
de dicho sector (9.300 personas), el 16,5% del total.
La Remuneración de los asalariados en términos de PIB en Extremadura
entre 2012 y 2008 ha disminuido (-1,2 puntos), lo que ha supuesto casi 802
millones de euros corrientes
2012: 47,3%.....
7.752,5 millones euros
2008:
48,5%..... 8.554,2 millones euros
Diferencia:
(-1,2 puntos)… 801,7 millones euros
La Remuneración de los asalariados de las administraciones
Públicas (PIB) por el contrario, ha ganado peso específico en el periodo (+1,2
puntos), mientras la de los del sector privado se ha visto disminuida en (-2,4 puntos)
Sector Público:
2012: 20,9%.....3.431,2 millones euros
2008:
19,7%.....3.485,1 millones euros
Diferencia:
(+1,2 puntos)
Sector Privado:
2012: 26,4%......4.321,4 millones euros
2008:
28,8%...... 5.069,1 millones euros
Diferencia:
(-2,4 puntos)
En el periodo 2013/2008, la población parada ha aumentado en
97.500 personas (58.300 hombres y 39.200 mujeres). 2013 se cerró con una tasa media anual de
paro del 32,3% (29,2% tasa en hombres y 36,1% mujeres) habiendo crecido 17
puntos respecto a 2008 (14 puntos hombres y 14,6 puntos mujeres).
A falta de conocer el próximo 24 de julio la EPA del II
Trimestre de 2014, los datos conocidos en el I Trimestre nos arrojan una tasa
de paro del 32,14% frente al 25,93 %
nacional y 160. 700 personas paradas.
Este IT2014 a pesar de arrojar datos positivos de paro en
términos interanuales (23.400
parados menos), ello se debe más a la disminución de la población activa
(-16,100) que al aumento de la ocupación (+7.300).
En este sentido debe levantar preocupación la pérdida de
empleo en el IV trimestre 2013, la disminución del paro en -10,2% se debió
exclusivamente a la pérdida de población activa (-16,7%), ya que la ocupación
también bajó (-6,4%). En el I Trimestre 2014 esta tendencia continúa: baja el
paro respecto al trimestre anterior en 3.400 porque cae la población activa en
6.600 personas, llevándose por delante 3.200 empleos destruidos.
En el encadenado IVT2013 y IT2014, el paro ha disminuido en 13.600
personas, debiéndose exclusivamente a la
pérdida de Población Activa (-23.200),
ya que se destruyeron 9.600 empleos.
La tasa de paro en la personas menores de 25 años se sitúa en
Extremadura en el IT2014 en el 54,2%, -1,2 puntos menos que la tasa española, sin embargo hay que tener en cuenta
que la tasa de actividad en España en ese tramo de edad es 4,6 puntos mayor que
la extremeña.
Estas circunstancias (fuerte decremento de la población
activa) junto al importante incremento de la contratación de campaña, y no el
cambio de tejido productivo o la incipiente recuperación económica (-0,3% en
términos interanuales en el primer trimestre de 2014 – IEEx) explican en gran
medida los comportamientos del paro registrado (bajada por incremento inactivos
o emigración) y de la seguridad social (subida por elevado nº de contratos a
pesar de su precariedad y escasísima duración).
Por otra parte el mercado de trabajo en Extremadura tiene
disfunciones que difícilmente se solucionarán exclusivamente desde actuaciones
generalistas de reciclaje y formación.
Disfunciones debidas a
la estructura económica, más acentuadas si cabe que la española (Relación empleo/VAB en términos
de empleo de muy escaso valor. Ejemplos: Agricultura y en el sector servicios
salvo en Administraciones Publicas, aunque no siempre, y servicios financieros.
El resto de servicios el empleo también de muy escaso valor (hostelería, comercio, limpieza edificios y
locales, servicio domicilio, etc.)
Las bajas rentas
salariales (salarios y pensiones). Tenemos los salarios y las pensiones medias más bajas del
país. Lo que podría ser una ventaja competitiva cara a la captación de
inversiones productivas (salarios), se convierte en una traba de negativas
consecuencias para activar la demanda interna, de la que depende en mayor
medida nuestra actividad económica y el empleo
La excesiva
contratación temporal, precaria, vinculada en parte a la estructura económica, que además crece de manera galopante.
De 556.664 contratos realizados en el último año sólo el 2,8% (apenas 15.000)
son indefinidos. En el último mes de
junio se han realizado casi 59.000 contratos en Extremadura. Sólo 783 han sido
indefinidos a tiempo completo y el 90 % del total de los contratos son
inferiores a un mes de duración.
Del total de contratos realizados en junio, el 46% de los
contratos pertenecen a la Agricultura, el 42 a los servicios, el 8,5% a la
construcción y sólo el 3,5% a la industria (incluida la agroalimentaria, que
supone a su vez casi el 44% de la industria manufacturera extremeña).
Las reformas laborales
realizadas desde
2010 y sobre todo la última llevada a cabo por Rajoy (negociación colectiva,
depauperando salarios, condiciones trabajo, flexibilizando despido y
precarizando la contratación) han perjudicado gravemente a Extremadura, debido a
nuestra propia estructura productiva.
El paro de larga
duración donde
además de otras situaciones, que por sí solas merecen un trato diferenciado, merecen
una mención especial las cifras que referencian que hay 45.000 personas paradas de larga duración con
estudios iguales o inferiores a secundaria obligatoria, 34.000 mayores de 45 años con independencia
de sus estudios cursados y 20.000 que llevan
más de tres años inscritas sin empleo, también con independencia de su nivel
académico y edad.
Así mismo están las más
de 66.000 jornaleros y jornaleras (agricultores por cuenta ajena, como se les llama ahora) con
un régimen propio dentro del RGSS, y con muchas dificultades para acumular hasta
1/3 de la jornada anual de trabajo.
Otras disfunciones tienen relación con la desigualdad en términos de género:
brecha salarios, cualificaciones,
contratación, etc. Debe destacarse también las dificultades de movilidad
geográfica interna, el déficit de transportes públicos y la consiguiente
repercusión que ello conlleva para vivir en un sitio y trabajar en otro, dentro
de la propia región.
ALGUNOS OTROS ELEMENTOS
A TENER EN CUENTA TAMBIÉN COMO DETERMINANTES EN EL ANÁLISIS:
Una considerable disminución de las inversiones vía PGE y
PGEX en este periodo. (Como ejemplo, en 2009 el Presupuesto General de
Extremadura supuso el 34,4% PIB regional, en 2013 apenas ha representado el 30%).
Un importante deterioro del capital físico y de los servicios
públicos esenciales
A pesar de haber cumplido el objetivo de déficit en 2012 y
2013, recibiendo más de 212 millones
de euros por Sentencia TC respecto del impuesto bancario y el fuerte ajuste con
recortes experimentados en todas las partidas, muy especialmente en las de
inversiones y servicios esenciales, educación, sanidad, dependencia y servicios
sociales, la deuda pública se ha disparado en más de 2.000 millones entre 2008
y 2013 (a partes iguales entre los
dos gobiernos), alcanzando ya hoy el
18% del PIB.
Al finalizar 2012 había en circulación 6.000 millones de
euros menos en crédito vivo en Extremadura que en 2007.
A pesar del
establecimiento de la Renta Básica hay un fuerte deterioro de la protección pública
a las personas: pensiones,
protección por desempleo y subsidios, servicios sociales, planes especiales de
atención a colectivos en riesgo, vivienda, etc.
A MODO DE CONCLUSIONES
Y PROPUESTAS:
Poner en marcha acciones y políticas que mejoren la economía
regional, el empleo, las condiciones de vida de la ciudadanía y con ello además
tener un impacto positivo en la población, en la demografía, frenando al menos
la pérdida y mejorando la estructura, es complicado y requiere algo más,
desgraciadamente y con todo el respeto, que una comisión parlamentaria al
respecto, aunque bienvenida sea.
Debe buscarse una
coherencia en todas las acciones a emprender y de ahí la necesidad de ese gran PACTO DE REGIÓN al que hacía mención al
principio, ya que estaríamos hablando de una planificación para el largo plazo.
En el corto y medio plazo debería, al menos en términos
socioeconómicos y de empleo, tenerse como
objetivo recuperar cuantitativa y cualitativamente los parámetros existentes en
2008, si bien es cierto que la estructura económica regional merece más que
una repensada.
En este sentido y con el fuerte deterioro que a la vista del
análisis experimenta la economía extremeña, se nos hace bastante incomprensible la actitud mantenida por el
Gobierno Regional, de mantener el diseño de los fondos europeos para el
próximo periodo (2014/2020), incluidos los de la Política Agraria Común (PAC),
alejados del diálogo y la concertación social.
La política llevada a
cabo durante la crisis se ha demostrado fracasada. El fuerte ajuste fiscal además de
traer contracción económica, paro y pobreza, puede acarrear como consecuencia,
un nuevo movimiento emigratorio en la región de graves consecuencias futuras,
además de movimientos migratorios internos con fuerte deterioro poblacional en
el medio rural.
Hay que asumir que de
esta situación no se sale en solitario ni con estrechos conceptos de
solidaridad interterritorial. Además de hacer nuestros propios deberes, se
necesita algo más que “deudas históricas” y fondos europeos. Necesitamos de
Europa, en una nueva concepción global
de ¿qué Europa? y ¿?para qué Europa?. Y por supuesto de una nueva configuración
de alianzas internas que superen la actual crisis norte/sur de Europa.
Se necesitan nuevas
medidas de política económica, monetaria sectoriales, fiscales y financieras. Se necesitan en este sentido
cambios radicales de la política Europea, Española y Extremeña. Nueva
concepción fiscal interna española y respecto de Europa, que busque una
política fiscal europea común. Redefinición del Banco Central Europeo como
autentico banco central, con capacidad de influir en las políticas económicas y
no solo monetarias y de control de precios, reestructuración de la deuda
pública española y alargamiento de plazos en el cumplimiento de los objetivos
de déficit, etc.
La Unión europea debe
encaminarse hacia una política industrial común.
La PAC debe transformarse en una política bastante más vinculada al
empleo y a la producción, y en mucha menor medida a mantener la renta de
los propietarios (grandes rentas en algunos casos) a través del pago único
(Casi 500 millones euros/año de media en Extremadura).
Europa necesita una
política común en materia de población y migración que sea algo más que la
yuxtaposición de las políticas nacionales. Los problemas migratorios y
demográficos, estrechamente relacionados y ahora agravados por la crisis, no
son sólo problemas de los estados, ni de los estados del sur. Es un problema
global de la Unión, que necesita activar la demanda interna para crecer a
mayores ritmos y para mantener el estado de protección social, sobre todo en el
terreno de las pensiones.
También en el ámbito
del Estado Español es necesario redefinir constitucionalmente el papel del
mismo y de las CCAA en políticas claves para la ciudadanía. La fiscalidad,
la financiación, el nivel de gobernanza territorial por debajo de las CCAA, la
prestación de servicios, etc.
Hay que caminar hacia
Pactos de Estado y Regionales para superar determinados “cuellos de botella” que deben trascender la acción de
cualquier gobierno en una legislatura, por muy legitimado electoralmente que se encuentre (un ejemplo en Extremadura:
dicotomía concentración- dispersión población)
En un plano más de coyuntura, habría que abordar desde la
política regional algunas medidas de carácter urgente, siempre en coherencia
con la situación de degradación productiva y del empleo existente y en un marco
de diálogo y concertación social.
1.- Políticas activas
de empleo: formación,
orientación, inserción. Aunque lógicamente son necesarias, tampoco son la
panacea por sí mismas, si no van acompañadas de otras medidas de política
económica.
2.- Plan de choque
empresas
(exploración y puesta a punto)
3.- Plan Industrial, explorando todas las posibilidades
más allá del marco europeo e intentando despejar algunas dudas muy importantes
para la economía regional y para determinados ámbitos territoriales. (CNA, tabaco, polos industriales,
piedra ornamental, etc.)
4.- Plan de inversiones en infraestructura productiva, de
servicios y de reposición.
5.- Política social (nueva ley de servicios sociales), paro
de larga duración, empleo social y vivienda.
6.- Los fondos de
desarrollo rural de la PAC debieran destinarse en mayor medida a la diversificación productiva y de
servicios en el ámbito rural y no a camuflar ayudas directas a los propietarios
de tierras.
7.- Un plan
que combine empleo verde, turismo, bosque, agua y energía (biomasa)