Hoy hemos sabido por el Instituto Nacional de Estadística que
la inflación medida en términos interanuales en España sigue en números
negativos. Septiembre cerrará con un -0,2% interanual y se convierte ya en el
tercer mes consecutivo con cifras negativas; y todo ello a pesar de la
estabilidad de precios en alimentación y subida en la electricidad. Yo diría
que el riesgo de deflación es algo ya más que un riesgo.
Este comportamiento es otro signo más del estancamiento de
nuestra economía y de que las raíces, de profundas, nada. La devaluación salarial
consecuencia del alto desempleo, de la reforma laboral y de las políticas ultraliberales
está haciendo estragos. El Partido Popular quiere seguir ahondando en ella
congelando una vez más los salarios del sector público y reduciendo inversiones,
con lo que el consumo seguirá cayendo.
En Extremadura la masa salarial de los asalariados ha caído casi
mil millones de euros en estos años y todo apunta a más.
Mientras quien manda aquí sigue en su limbo particular, como si con él estas cosas no fueran.
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