Se han convocado las elecciones en Extremadura para el próximo 24 de mayo, acabando así la legislatura más aciaga de nuestra historia autonómica: la legislatura del autobombo, la mentira, de la propaganda y del “todo vale”, la del conjunto vacío.
La legislatura de un personaje que ha sido el“hazmerreír” de toda España como denunciante de policías, disfrazado de plátano, de emperador desnudo de Andersen y de Paco el de Zafra. Que deja una tierra esquilmada con 152.000 personas paradas, un 36% de pobres, una deuda superior a los 3.600 millones de euros y un déficit de 450 millones, que tendremos que equilibrar a base de más recortes y más impuestos.
Desterremos definitivamente esta mediocridad que nos vampiriza e impulsemos un nuevo tiempo político para una Extremadura distinta, que sirva para socorrer a las personas desamparadas, recuperar lo perdido en servicios públicos y derechos, derogar las normativas regresivas y proponer un nuevo contrato social basado en la participación, la inclusión, la honestidad, la ilusión de trabajo, la igualdad y la libertad.
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