
En pleno siglo XXI, el Mediterráneo se está llenando de miles
de cadáveres, muchos de ellos niños y niñas, que huyen de la guerra, el terror,
la esclavitud y el hambre. Otros vagan por campos y ciudades europeas, sin
derechos, escondidos y perseguidos como si de delincuentes se trataran. También
son expulsados hacia Turquía, porque la Europa que vivió dos guerras mundiales
y otras regionales igual de cruentas, olvidó su pasado, su modelo de sociedad y
sus principios inspiradores de solidaridad, igualdad y libertad. Pobre Europa,
pobres europeos, volvemos a tropezar de
nuevo con la piedra de nuestra historia.
Mientras, aquí en España, sigue la vorágine electoralista
también si mirar atrás para encarar el futuro. Pobre España, pobre ciudadanía
española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario