Cincuenta personas muertas en Orlando, en los Estados Unidos de América. Cincuenta personas masacradas por el odio y la homofobia de un individuo, alimentadotambién por una sociedad individualista,sectaria y apática con los derechos civiles individuales y colectivos.
Este atentado es la culminación de la intransigencia, un asesinato brutal de inocentes que busca notoriedad y transmitir miedo y terror para imponer por la fuerza las creencias y la forma de vida de unos pocos.
Debemos recordar a Orlando como otro más de esos lugares en el mundo, donde se ha producido un ataque frontal contra las personas, la democracia y los derechos humanos.
Debemos blindarnos como sociedad mundial y con todas las herramientas y la fuerza que nos otorga la democracia, contra ésta y contra todas las intransigencias y extremismos de dictaduras sin escrúpulos, para evitar así que sigan matando la libertad.
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