La jornada electoral vivida ayer reforzó la democracia. A
pesar de la impericia de las fuerzas políticas para interpretar los resultados
del frustrado 20-D, la ciudadanía volvió a cumplir con su responsabilidad,
dando su respaldo con un 70% de participación, alejando el fantasma del hastío
y triunfando así la inteligencia colectiva.
Alguna conclusión inmediata al respecto:
1.- El voto ciudadano castiga a la izquierda, pasando ahora
el testigo a la derecha, por no haber sabido formar gobierno, cuando el 20-D le
otorgo en conjunto mayor porcentaje de sufragios.
2.- Como ocurrió en otras ocasiones, cuando el objetivo de la
izquierda del PSOE se centra más en “sorpassar” a éste, que en obtener gobiernos
de progreso para la mayoría social, siempre sale ganando la derecha.
3.- Aunque las valoraciones sean en clave de elecciones
generales, aquí en Extremadura debe interpretarse también un “aviso a
navegantes” con el voto emitido. Tiempo hay por delante para desbrozar senderos
y colocar las señales de peligro necesarias.
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