Mañana, 8 de septiembre, celebramos el día de Extremadura. Como “el horno no está para bollos” espero que la fecha en sí y aquellos actos institucionales que en torno a ella se organizan, tengan un marcado carácter reivindicativo; una perspectiva valorando las necesidades reales de la gente.
Comer, calentarse, un techo y cubrir las necesidades básicas en materia sanitaria educativa y asistencial sigue siendo algo fundamental para miles de personas en nuestra región.
Disponer de trabajo, activar la economía y mejorar las condiciones del empleo existente debeser el hilo conductor de las políticas a desarrollar con inmediatez por la Junta de Extremadura. En ese sentido debe ejercerse igualmente una fuerte presión al gobierno de España, tanto al actual como al que salga de las próximas elecciones generales.
La garantía de la solidaridad del Estado debe estar basada en una política fiscal justa y redistributiva que ensamble un sistema de financiación autonómico solidario interterritorialmente e igualitario para las personas, con independencia de donde habitemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario