El pasado sábado en Monesterio miles de personas gritamos al
unísono “No al cierre de la mina de Agua
Blanca”. Esta concentración pone en marcha el reloj de las movilizaciones que restan por venir si
persiste la idea de la empresa de cerrar y llevárselo calentito.
Hay que recordar que Agua Blanca recibió más de 7,5 millones
de euros en subvenciones a fondo perdido y viene siendo una fuente de amplios
beneficios para la multinacional que la explota (18 millones de euros en 2014,
sobre una base de negocio de 90
millones). Desde agosto está paralizada la extracción de mineral a la espera de una Declaración de Impacto
Ambiental, para seguir explotando en galería.
Es cierto que la llave para forzar a la empresa a mantener
abierta la mina la tiene el Ministerio de Industria, pero Fernández Vara y
Susana Díaz no pueden dormirse en los laureles y deben forzar al ministro Soria
a atrancar la cerradura para que Agua Blanca no se cierre.
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