Tras el varapalo de las europeas, el equipo propagandístico
de Monago vuelve de nuevo a exhibirlo por los distintos medios de comunicación,
intentando mantener intacta la “Marca Monago” y también justificar que la pérdida
electoral no es consecuencia de su mal hacer político y de la inexistencia de
propuestas adecuadas a los problemas ciudadanos.
Desde las altas esferas de su asesoramiento, quizás porque se
juegan algo más que el “bigote”, vuelven a la carga con más de lo mismo. Siguen
dictándole que la acción política (la ideología) no aporta nada a la “marca” y
que lo que le da “caché” son las ideas; o sea, la palabra hueca, la política
como conjunto vacío, la propaganda y el boato.
Observando sus últimas exposiciones mediáticas se ve que
Monago ya supera a su propia “marca”: en sólo tres años ha conseguido lo que
otros tardaron décadas.
¿Lo creen ignorante de que por mucha marca llamativa,
un producto no perdura en el mercado, si sus ingredientes no son de calidad? El
publicista si lo sabe.
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