Ayer se
presentó en Mérida el Informe BBVA sobre situación y proyecciones de la
economía extremeña- SITUACIÓN EXTREMADURA
2013-
Asistí con
especial curiosidad al coincidir en el tiempo este informe con el de Hispalínk y también con la corrección al alza que estos
días realizaba la Consejería de Economía de la Junta de Extremadura sobre las
previsiones contenidas en los Presupuestos Generales de Extremadura (PGEx
2014). BBVA es coincidente con Hispalínk
en cuanto a 2013 (-1,1% PIB), mejorando la previsión de crecimiento de éste en
tres décimas para 2014, hasta el +1,2% y superando con creces la horquilla que
manejaba la Junta estos días en sede parlamentaria (entre +0,4% y+0,8%).
Consciente
de que estas presentaciones no son una clase de fundamento y análisis
económico, sí eché de menos, en aras al rigor de las proyecciones, una mayor
profundidad metodológica sobre el estudio y una explicación del modelo
econométrico utilizado, así como de las variables y parámetros particulares utilizados,
si las hubo.
Quizás por
ello salí con la impresión que el análisis extremeño expuesto obedecía más a
una mera traslación del de España, con ligeras correcciones y adaptaciones, no
sé si suficientes, dadas las peculiaridades tan específicas de nuestra economía
regional y la disparidad entre las economías de las regiones españolas
(norte/sur- este/oeste).
En cualquier
caso y por el bien de todos, ojalá estas
proyecciones se cumplan, sobre todo en empleo y mejora de la calidad de vida, para
que de ello puedan beneficiarse en mayor medida y mejorar sus expectativas de
futuro las personas más desfavorecidas y peor tratadas por ésta ya larga
crisis.
Si bien el
informe sitúa la alta tasa de desempleo (32,3%) como el mayor lastre de la
economía extremeña, hay otros que a mi modo de ver pasaron desapercibidos y que
en la situación en la que nos encontramos (más de siete puntos de pérdida acumulada de PIB entre 2008-2013 y más de
73.000 empleos EPA destruidos) pueden llegar a ser tan perniciosos como el alto
desempleo.
Todos los
sectores han perdido empleo en este periodo, más de 51.000 lo han hecho en la
agricultura, industria y construcción. Sectores que han quedado muy
desestructurados y que dudo sean capaces de incrementar la ocupación de manera
significativa en los próximos años. El sector servicios con 22.000 empleos
destruidos, será incapaz de absorber su propia pérdida. Por un lado por la
debilidad de la demanda interna que aventuran algunos y la situación real de incertidumbre
existente, (13% de pérdida de masa salarial de los asalariados entre 2008-2012,
incremento desmesurado del paro con 97.500 personas más durante la crisis, 1/3
de la población extremeña por debajo del umbral de la pobreza, pensiones
congeladas en la práctica, disminución de la cobertura en prestaciones
públicas, riesgo de deflación (-0,3%), etc.). Por otro lado, por la situación en que se encuentra el sector
público. El empleo público en la región se verá afectado de manera importante,
por un nuevo ajuste, a raíz de la puesta en marcha de la reforma legislativa de
la Administración Local. Si no se cumplen las expectativas de los PGEx 2014,
con más de 200 millones de euros incorporados como ingresos sin estar
consolidados (deuda histórica), pueden provocarse nuevos ajustes de plantillas,
que a su vez afectarían de manera significativa a los servicios
públicos esenciales.
El fuerte ajuste
fiscal experimentado en 2012 y 2013 es prácticamente la única ventaja
comparativa que nos atribuye el BBVA. También es el único trofeo político
(cumplimiento del objetivo del déficit), que exhibe el PP extremeño, producto
de su acción política en sus treinta y
tres meses de gobierno.
Hay que
decir que este ajuste, precedido ya de una fuerte restricción presupuestaria y
la correspondiente merma inversora en los años 2010 y 2011, se ha basado en una
importante reducción del gasto (recientemente nos desnudaban en una cadena de TV,
poniendo de manifiesto que Extremadura ha sido la Comunidad Autónoma con mayor
recorte sanitario en términos relativos), en una considerable disminución en la
ejecución presupuestaria (política del no gasto, que no es lo mismo que ahorrar
y/o racionalizar) y muy sustancialmente también en dos ingresos extraordinarios
por valor superior a los 230 millones de euros para los dos ejercicios,
producto de sendas sentencias del TC (impuesto bancario) y del TS
(transferencias sanitarias), y que consiguientemente no van a volver a
repetirse.
Además este
fuerte ajuste no ha impedido un importante incremento de la deuda pública
extremeña en casi de 4 puntos del PIB en los
últimos dos años, lo que no deja de ser otro componente negativo para encarar
el futuro.
Destrucción
de empleo y merma del tejido productivo
son dos variables que han caminado lógicamente en paralelo. Además de tener
menos empresas produciendo que en 2008; por efecto de la masiva destrucción de
empleo, ha aumentado la atomización de las empresas todavía vivas. Hoy no queda
ya ninguna unidad productiva industrial en Extremadura de más de 500
trabajadores y apenas llegan a la treintena las que superan los 100.
La
producción industrial ha sufrido una importante caída en 2013 y la renta
agraria, a pesar de mantenerse la importante subvención PAC, va por el mismo
camino, dos pilares fundamentales además para nuestras aún escasas
exportaciones. Éstas han tenido un buen comportamiento en el periodo 2010-2012,
entrando en incertidumbres en 2013. Si bien diversificamos los productos y
aumentamos las empresas exportadoras, el volumen de negocio está en riesgo de
bajar considerablemente al estar muy vinculado aún a la fruta (climatología) y
al acero (construcción).
A todo esto
hay que añadir también que el crédito vivo a familias y empresas ha disminuido
en la región en casi 6.000 millones de euros respecto a 2007, y el crédito
nuevo fluye a un ritmo muy escaso, no atisbándose un giro importante, por
cuanto sigue aumentando la morosidad bancaria y la necesidad de financiación de
la administración regional por esta vía.
Habría que
disponer de un análisis exhaustivo sobre el impacto que tiene en la economía
regional, los sectores y el empleo, que el crédito consumido por la
administración regional se desviara hacia el tejido productivo, aunque ello
suponga que ésta deba recurrir a la financiación del Estado.
Pero esto es
hacer política y probablemente también recurrir a lo que se llama concertación
social y me da, que para algunos, ambos conceptos forman parte del conjunto
vacío.
Se podrían
seguir desgranado más argumentos que soportan mi pesimismo respecto del
análisis del BBVA- insisto, ojalá y el equivocado sea yo- Pero no se trata de
sacar el cilicio, y además, Monago se cabrea, me tacharía de espigador de datos
y de agorero sin fe en el “altísimo”.
Mi objetivo
sólo es exponer y compartir mi modesta opinión, no escribir un tratado y un
análisis paralelo, para los que, sin duda, no estoy preparado. Y además, quiero
dejar un poco de espacio para lo que para mí fue la traca final de la
presentación del informe BBVA: el discurso de clausura del Presidente de la
Junta de Extremadura: Y eso que me perdí la comida, que por lo escuchado y
leído hoy, tuvo un colofón más sonado, en forma de “castillo de fuegos de
artificio”.
Cual arcángel bajando a lo terrenal, rapsoda de los poetas patrios,
altivo y con la letanía compuesta y fínamente asesorada para estos menesteres,
dirigiose Monago a los presentes para exponernos su narrativa. (Tengo que decir
que un tanto incrédulos, pasotas y poco expectantes, me pareció a mí que
estábamos la mayoría). Tras la cual y como al emperador de Andersen, ofrecimos
el aplauso de cortesía, ese con el que se corresponde a todos los
intervinientes en estos foros.
Su lectura,
epistolar, pausada y enfática, propia de los ensayos lectores en voz alta de otras épocas -yo los viví-, pero
como aquellos, carente de chicha, de análisis y de realidad.
¿Para qué
analizar y tratar de enmendar? ¿Para qué hacer política? ¿Para qué un
compromiso real con ese 32% de parados, con ese tercio en el umbral de la
pobreza, con esas empresas en crisis, con esos sectores que no levantan cabeza
y se hunden en el lodo?.. ¿Para qué?... ¿Para qué?
El áureo
arcángel está exultante, sus problemas son otros…¿Cómo lo terrenal va a ser
problema para él? Somos los “trapicheros” de lo social, de lo económico, de lo político y de los
medios de comunicación los que le jodemos la siesta.
No va con él
que la tasa de desempleo haya crecido casi 10 puntos desde que gobierna. No va
con él que durante su mandato se hayan destruido casi 37.000 empleos y el paro
haya crecido en 45.000 personas. No va con él que en el último año se hayan
perdido casi 14.000 afiliaciones de media a la seguridad social. No va con él qué
infaustos malévolos, del "tres al cuarto", como él nos llama, le
traslademos públicamente nuestra preocupación porque el último trimestre EPA se
cerró pintando muy, pero que muy mal: 6.400 empleos destruidos y una pérdida de
16.600 activos. No va con él que en 2014 el mercado laboral haya empezado
pisando charcos: las 6.500 afiliaciones menos a la seguridad social de enero
son cosa de “duendes y brujas” y los 7.500 parados más, inscritos en el SEXPE
son cosa de magia (Merlín y sus oposiciones)...No va con él... No va con él...
¡¡Después de
todo, qué más da, si él no preside para gobernar, él preside para levitar!!