BUENAS TARDES:
Alguna mente avispada en esto del periodismo televisivo me confirmaba
hoy su extrañeza, por qué el programa sobre el 23-F, emitido anoche por la
Sexta, venía anunciándose durante la semana, como “Una historia de Jordi Évole”,
en vez de una “historia del 23-F, treinta y tres años después”. Lo cierto es
que Évole anoche la “lió parda”, como decimos por aquí.
Más allá de la controversia suscitada entre defensores y
detractores del contenido del programa, el Follonero puso el “dedo en la llaga”;
mostrando lo fácil que es mentir, fabricar y manipular el hecho noticiable. Y
cómo puede construirse toda una trama como verdadera, cuando los hechos, todos o en parte, a lo
mejor ni sucedieron.
Reflexión que puede a ser reveladora en la Extremadura actual,
donde tenemos un gobierno regional más volcado en la producción de noticias,
que en la acción de gobernar, con ingentes recursos humanos y técnicos,
dispuestos a hacer notición de lo intrascendente, conduciendo la mediática
informativa, facilitando el “corta y
pega” y enfatizando el interés concreto.
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