miércoles, 26 de marzo de 2014

CCOO insta al presidente extremeño a rectificar su actitud y abrir un proceso de negociación para definir el destino de los fondos europeos 2014-2020. La Junta de Extremadura sigue empeñada en actos de parafernalia sin contenido real

Mérida, 26-03-14 (CCOO)
CCOO cree que la Junta de Extremadura debería priorizar el empleo y la recuperación económica en el diseño de los fondos europeos que recibirá la región en el periodo 2014-2020 y para ello es necesario que cuente con la participación de los agentes sociales y empresariales.
Para el sindicato, está siendo un error importante el modo en el que hasta el momento el presidente extremeño está llevando el proceso de elaboración del programa operativo porque no está concertando sus medidas con aquellos que están más cerca de la realidad laboral y económica de la región, que son los sindicatos y el tejido empresarial.
La visita de hoy a Extremadura del comisario europeo de Política Regional, Johannes Hahn, es otra muestra de la falta de inteligencia y diálogo con la Junta de Extremadura está configurando estos fondos.
Una vez más ha preferido montar una parafernalia mediática en vez de permitir que el comisario conozca de primera mano, con contacto directo con representantes de la sociedad extremeña, los graves problemas por los que atraviesa la región.
Se trata además de otra oportunidad perdida por el presidente extremeño, José Antonio Monago, para que diese de verdad un impulso a la concertación y el diálogo social en el diseño de estos fondos, que son trascendentes para la recuperación económica de la región.
Para CCOO, los fondos europeos deben dirigirse fundamentalmente a resolver el principal problema de Extremadura, que es el paro. Para aprovechar al máximo estos fondos, que son muy cuantiosos, hay que dejar a un lado el protagonismo y las puestas en escena. El camino que se ha de seguir es trabajar intensamente por articular entre el Gobierno y los agentes sociales y económicos la manera más eficaz de destinar estos recursos para volver al camino del desarrollo y de la convergencia.
La crisis económica ha provocado el aumento del paro en la región en casi cien mil personas y se han destruido más de 70.000 empleos. En estos años, el tejido industrial se ha visto desguazado y han desaparecido algunas de las más importantes empresas. Extremadura, después de lograr, con mucho esfuerzo y en décadas, acercarse a las medias europeas de desarrollo económico, ha sufrido con la crisis un proceso de divergencia brutal.
Hay que recordar que en 2009, Extremadura estuvo cerca de alcanzar el 75 por ciento de la media del PIB medio europeo, lo que hubiera permitido que dejase de ser objetivo uno, pero la caída del PIB extremeño en más de siete puntos estos últimos años ha alejado esta vieja aspiración.
Sólo estas razones deberían hacer meditar al Gobierno regional sobre la conveniencia de abrir lo antes posible una negociación seria para definir como poner en marcha los fondos del plan operativo.
El reglamento de estos fondos recoge precisamente la necesidad de que participen en su configuración los agentes sociales y económicos. Si José Antonio Monago sigue haciendo caso omiso a estas cuestiones, será el responsable en solitario de la ineficacia de sus acciones y de su falta de capacidad para resolver los problemas reales con los que se enfrentan los extremeños y las extremeñas.

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